Carnaval de Venecia, un relajo enmascarado

A veces, la máscara realza la belleza.
A TURISMO / SOCIEDAD

¡ Enrique Sancho
Carnavales hay muchos, y muy divertidos, pero ninguno tiene la exclusividad, la originalidad y el encanto del ‘Carnevale’ veneciano que, a veces, coincide con San Valentín, y otras no. Precisamente, su lema fue “Sensation: 6 sensi per 6 sestieri”, (algo así como 6 sentidos para 6 barrios) y se propuso, además de los cinco sentidos comunes, la puesta a punto de un sexto: la mente, que acoge el alma. Una de los atractivos de la edición de 2013 es la celebración, por séptimo  año consecutivo, del ‘Gran Baile della Cavalchina’ en el Teatro de La Fenice, reabierto en 2004 tras el incendio.


     Nació en el siglo XI pero se consolidó en el XIII

        ¾ Venecia entera fue excomulgada en 1006 por sus excesos
        ¾ En el desfile inaugural Venecia se envuelve en un ‘cantar de gesta’
        ¾ Séptima edición del ‘Gran Baile della Cavalchina’ en La Fenice

Sorpresa y misterio se ocultan detrás de la sofisticación.
      Los asistentes disfrutan desde sus palcos del desfile y los bailes que se celebran en el patio de butacas, convertido en excepcional pista de baile, acompañados por la Orquesta del Teatro, con un repertorio de música clásica y moderna.  
   Los invitados acuden vestidos con los tradicionales trajes de época del siglo XVII veneciano, como recién salidos de un cuadro del Canaleto o del Guardi. Para que nada faltase, en la Sala Apollinee, en la que exhiben los más bellos frescos de La Fenice, se sirve un gran buffet durante toda la noche con manjares venecianos.

     Historia 
     El Carnaval de Venecia, cuyos orígenes se remontan al siglo XI aunque se consolidaría en el XIII, tiene personalidad y magia propia y va más allá de la imagen de la nariguda máscara del doctor de la peste que abarrota los talleres de la ciudad y se desparrama por las calles. 

Una pareja oculta su alegría en las tristezas de sus disfraces.
     En sus comienzos, el carnaval duraba hasta tres meses y era la época en que todo estaba permitido. La Iglesia y el poder fueron marcando limitaciones con el transcurso de los años. Primero se prohibieron las fornicaciones en las iglesias. Luego, las armas en manos de enmascarados.
     Más tarde, se concretó el uso de la máscara al Carnaval, teniendo en cuenta que los venecianos habían extendido su uso a muchas celebraciones profanas del año... Pese a las sucesivas limitaciones, la ciudad entera fue excomulgada en 1606 por sus excesos. En el siglo XVIII es cuando el carnaval de Venecia logra su máximo apogeo, a él acudían aristócratas llegados de lugares muy diversos. 

Las plazas y calles de Venecia se nutren de máscaras.
     El Carnaval es totalmente distinto a la imagen española (y no digamos a la brasileña). Durante los 10 días de duración, la gente se disfraza y sale a la calle a pasear, ya sea en desfiles organizados o improvisados, y a hacerse fotos. También se organizan por las noches fiestas privadas, a las que no es fácil asistir sin conocer a nadie, y alguna fiesta pública, en las que los precios son prohibitivos, del orden de los 500 euros.

     El desfile
     El carnaval comienza, como corresponde, con la celebración más antigua: la Fiesta de las Marías, que data de 1039 y convoca al desfile de un cortejo por San Pietro di Castello, que culmina en la Piazza San Marco.
     Al día siguiente, llega el desfile inaugural y entonces toda Venecia se envuelve en un cantar de gesta donde el teatro al aire libre, los conciertos y los mercados de máscaras y comida conquistan los campi (plazas) de Santa Margherita, Sant' Angelo y San Stefano.
     Las máscaras y los disfraces juegan un papel clave en este mundo anónimo, donde las divisiones de clases parecen desaparecer, donde mágicamente todos se vuelven iguales, donde todo parece estar permitido. Los participantes se regocijan desfilando disfrazados por las calles. Porque allí es donde se disfruta el carnaval: en las calles, con desfiles organizados o espontáneos.
    Pero el carácter más íntimo del carnaval se aprecia 

Cuatro anónimos posan en la Plaza de San Marcos.
durante las noches, cuando los bailes invaden los salones y los fastuosos palacios resultan perfectos escenarios para las fiestas. Las comparsas, conocidas como las Compagnie Della Calza, que tienen entre las más conocidas a Los Antiguos y a Los Ardientes, realizan desfiles por la ciudad. Los bailes más tradicionales tienen lugar en el Doge, la Serenissima y Barroco, y también en el Palazzo Pisani-Moretti, el Hotel Danieli y el Gran Café Quadni.
     Sin embargo, en 2013 y debido a la crisis económica por la que atraviesa Italia, y toda Europa, es posible que el nivel de esplendor y boato, con los que se rodean estos carnavales, baje su nivel.