Observadora y muy analítica... |
::: LITERATURA/ARTE
::: Emilio Soto
“Nací con hambre de cultura y no me dieron de comer hasta muy tarde”, confiesa añorante en uno de sus poemas María Jesús Rebollo García, una mujer vasca nacida en la mitad del siglo XX en un hogar modesto de Sestao (Bizkaia). A esta observadora con vocación de poeta se le abrían e iluminaban sus grandes ojos azules cada vez que veía, a través de los ventanales, las grandes bibliotecas de la gente acomodada de Las Arenas y Algorta (Euskadi), hasta el punto de que, una tarde de domingo juró que nunca “volveré a pasar hambre” de cultura.
Mercedes Salisachs, Premio Planeta 1975, y María Jesús Rebollo. |
Cuando murió, casi a punto de
cumplir los 66 años, María Jesús Rebollo, ya había saciado sus necesidades
intelectuales y había dejado muestras escritas y verbales de su talla
literaria, pletórica de vehemencia e intuición. En sus trabajos poéticos y de
prosa desnudó su sinceridad para arropar a su mundo y a sus habitantes que, en realidad, no fueron otros que sus familiares, amigos y personas públicas ubicados en
escenarios muy próximos a la propia autora.
Ejemplo de ello es su libro ‘Rimas, relatos y reflexiones’, editado en 2003, del que, entre otras cosas, se dijo “Mujer intuitiva y en guardia, María Jesús Re bollo García, es una observadora meticulosa de las personas y de las cosas. Fruto de esa fina apreciación de los valores humanos y terrenales, desgrana en este libro un ramillete de rimas sobre los valores que le son más cercanos, personas que le importan y gestos cotidianos que llaman su atención”.
Ejemplo de ello es su libro ‘Rimas, relatos y reflexiones’, editado en 2003, del que, entre otras cosas, se dijo “Mujer intuitiva y en guardia, María Jesús Re bollo García, es una observadora meticulosa de las personas y de las cosas. Fruto de esa fina apreciación de los valores humanos y terrenales, desgrana en este libro un ramillete de rimas sobre los valores que le son más cercanos, personas que le importan y gestos cotidianos que llaman su atención”.
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Graduada en Cultura y Solidaridad
por la Universidad de Deusto, María Jesús Rebollo dominó la disciplina de la
reflexión, de cuyo ejercicio ofreció durante su vida interesantes y
entretenidos ejemplos. También dejó escritos numerosos relatos muy personales y
teñidos de esa intimidad de los recuerdos, sobre todo de la infancia.
Mucho de ese material es inédito y saldrá publicado en un futuro próximo en un libro póstumo. Se trata, como saben sus seguidores, de una lectura fresca, suave y sencilla que rememora en el lector el calor de lo cotidiano y “el color de las mañanas”, como solía definir María Jesús a los despertares matutinos con el olor del pan recién horneado en Galdames (Bizkaia), pueblo de su padre Domingo.
Mucho de ese material es inédito y saldrá publicado en un futuro próximo en un libro póstumo. Se trata, como saben sus seguidores, de una lectura fresca, suave y sencilla que rememora en el lector el calor de lo cotidiano y “el color de las mañanas”, como solía definir María Jesús a los despertares matutinos con el olor del pan recién horneado en Galdames (Bizkaia), pueblo de su padre Domingo.
Flanqueada por las veteranas periodistas
Pilar Narvión
y Maruja Callaved en un 'Premio Planeta' de
novela.
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Tres poemas
No soy poeta
Los poetas
cantan a la naturaleza.
No soy poeta,
no canto a la naturaleza.
Los poetas
cantan a los pájaros.
No soy poeta,
no canto a los pájaros.
Los poetas
cantan al amor.
No soy poeta,
no canto al amor.
Los poetas
cantan a la vida.
No soy poeta,
no canto a la vida.
Los poetas
lloran la muerte.
Acto
solemne de Graduación, en la Universidad de Deusto.
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Los poetas cantan estos sentimientos,
yo los vivo y
los amo, no los canto.
No soy poeta.
Es difícil
Hacer un verso
es difícil;
no sé hacer un
verso.
Cuando un
hombre o mujer hace versos,
eso me anima.
Busco en mi
mente,
escarbo en mi
memoria...
Para poder
hacer un verso
miro en mi
niñez,
busco en mi
pubertad,
busco en mi
mente,
escarbo en mi
memoria...
Al fin sale un
verso.
Pero sólo un
verso.
Delante del alcalde Iñaki Azkuna, en un acto sociocultural de Bilbao |
Alma
Cuando se parte
el alma en dos
siempre es por
algo.
Porque tu amor
de los veinte años se va,
porque tus
padres faltan,
porque tus
abuelos ya no te cuentan...
Cuando se parte
el alma en dos
siempre es por
algo.
Porque ya no
ves el mar,
porque ya no
pisas tu tierra,
porque ya no
das tu ‘vuelta’...
Cuando se parte
el alma en dos
siempre es por
algo.
Porque pierdes
la inocencia,
porque ya no
crees tu religión,
porque buscas
la soledad...
Cuando se parte
el alma en dos.
En
el Rijkmuseum, de Amsterdam.
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Amante del saber
Seguidora impenitente de Vermeer, Polok,
Murakami o Frida Kahlo, María Jesús Rebollo amaba la pintura y el arte en
general. Admiradora de los escritores contemporáneos Mercedes Salisachs, Luis
de Castresana, Ramiro Pinilla o José Antonio de Zunzunegui, se entusiasmaba por
los relatos y novelas del País Vasco y, sobre todo, la historia medieval de
España y Europa.
Como dato curioso, se puede decir que fue una fiel estudiosa de los árboles genealógicos de las familias reales europeas, incluidos los sucesivos entroncamientos a través de sus complicadas y ‘antinaturales’ bodas.
Fiel a la música de Patxi Andión, el Dúo Dinámico, El Arrebato, Joaquín Sabina o Luis Eduardo Aute, gozó de una vida musical muy personal e íntima, que alternaba con la ópera –socia de la ABAO–, conciertos y otros actos musicales clásicos, algunos de ellos vividos directamente en la propia Viena.
Con la misma intensidad vivió el cine, campo en el que escogió a sus mitos, ídolos y directores, actrices y actores de su predilección, como Woody Allen, Ridley Scott, Luis Buñuel, Orson Welles, Akira Kurosawa, Billy Wilder o Federico Fellini e incluso William Wyler, David Lean o Kenneth Branagh.
Como dato curioso, se puede decir que fue una fiel estudiosa de los árboles genealógicos de las familias reales europeas, incluidos los sucesivos entroncamientos a través de sus complicadas y ‘antinaturales’ bodas.
Fiel a la música de Patxi Andión, el Dúo Dinámico, El Arrebato, Joaquín Sabina o Luis Eduardo Aute, gozó de una vida musical muy personal e íntima, que alternaba con la ópera –socia de la ABAO–, conciertos y otros actos musicales clásicos, algunos de ellos vividos directamente en la propia Viena.
Con la misma intensidad vivió el cine, campo en el que escogió a sus mitos, ídolos y directores, actrices y actores de su predilección, como Woody Allen, Ridley Scott, Luis Buñuel, Orson Welles, Akira Kurosawa, Billy Wilder o Federico Fellini e incluso William Wyler, David Lean o Kenneth Branagh.
Junto a una reproducción de 'La chica de la
perla',
en el pueblo holandés de Delft, cuna de
Vermeer
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Del mismo modo, admiró a muchas
actrices y actores, como Susan Sarandon,
Helen Mirren, Julianne Moore, Meryl Streep, Ed Harris, Nicole Kidman, Cate
Blanchett, Richard Attenborough, Emma
Thompson o Anthony Hopkins. Sobre todo, María Jesús fue una selecta seguidora
del cine inglés al que consideraba impecable en ambientación, decorados, puesta
en escena y actuación de sus intérpretes, “nacidos para fingir”, como ella
decía.
Vocación de entrega
En su vida, relativamente corta, fue de esas personas entregadas a los demás, de las que levantaban el ánimo del grupo en momentos de horas bajas, de ayudar de manera inmediata a quien lo necesitara.
Casada con el periodista Esteban Sánchez, María Jesús tuvo tres hijos, Esteban Javier, Jesús y Paula Elvira, familia a la que consagró lo más importante de su vida. Era de conversación fácil e interesante, por eso cultivó amigas y amigos de “toda la vida”, que veían en ella un eslabón de unión seguro y permanente, como se intuyó a la hora de su muerte, el 13 de junio de 2014, en el poema ‘Siempre estaré con vosotros’:
En su vida, relativamente corta, fue de esas personas entregadas a los demás, de las que levantaban el ánimo del grupo en momentos de horas bajas, de ayudar de manera inmediata a quien lo necesitara.
Casada con el periodista Esteban Sánchez, María Jesús tuvo tres hijos, Esteban Javier, Jesús y Paula Elvira, familia a la que consagró lo más importante de su vida. Era de conversación fácil e interesante, por eso cultivó amigas y amigos de “toda la vida”, que veían en ella un eslabón de unión seguro y permanente, como se intuyó a la hora de su muerte, el 13 de junio de 2014, en el poema ‘Siempre estaré con vosotros’:
“Sólo he pasado a la pieza de al lado.
Lo que fui para vosotros sigo siéndolo.
Lo que fui para vosotros sigo siéndolo.
El artista Amenofis le hizo una divertida caricatura. |
Dadme el nombre que me habéis dado,
hablad como siempre lo habéis hecho,
no empleéis un tono distinto,
no toméis un tono solemne o triste.
Seguid riendo de lo que nos hacía reír juntos.
Rezad, sonreíd, pensad en mí.
Rezad a vuestro Dios por mí.
Que mi nombre sea pronunciado como siempre lo ha sido,
sin énfasis de ninguna especie, sin una huella de sombra.
La vida significa todo lo que ha sido siempre.
El hilo no está cortado.
¿Por qué salir de vuestro pensamiento por estar fuera de vuestra vista?
No estoy lejos, justo al otro lado del camino”.
hablad como siempre lo habéis hecho,
no empleéis un tono distinto,
no toméis un tono solemne o triste.
Seguid riendo de lo que nos hacía reír juntos.
Rezad, sonreíd, pensad en mí.
Rezad a vuestro Dios por mí.
Que mi nombre sea pronunciado como siempre lo ha sido,
sin énfasis de ninguna especie, sin una huella de sombra.
La vida significa todo lo que ha sido siempre.
El hilo no está cortado.
¿Por qué salir de vuestro pensamiento por estar fuera de vuestra vista?
No estoy lejos, justo al otro lado del camino”.
Orla de Graduación en la Universidad de
Deusto. María Jesús es la primera por la derecha después del escudo.
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