Salvador Robles Miras, un escritor de mensaje profundo

Un autor que no se queda en la
superficie de la vida.
::: LITERATURA

::: Emilio Soto Contreras
Observador, analítico, Salvador Robles aprende en cada mirada. Por eso su conocimiento de las cosas es muy amplio. Periodista, pedagogo, escritor y, sobre todo, maestro. Su atención no se detiene en el objeto. Va más lejos, más allá de lo aparente. El escritor Salvador Robles Miras parece que orada lo cotidiano para ofrecer al lector el meollo de la Conciencia, ese ente intangible que nos abduce en nuestra  concepción y que, finalmente, retorna a la Luz Infinita con más conocimiento, con más sabiduría. Por eso, a través de su literatura accesible, amena, fácil de leer y asimilar, es un mensajero profundo, con una obra que enseña y aporta mensajes de valores superiores emanados de la vida terrenal, del esfuerzo, del dolor humano…
     La vocación de este escritor no es meramente hacer literatura de los aconteceres cotidianos de la vida. Es expandir el conocimiento, que el lector aprenda a reflexionar, que no se conforme con lo obvio porque detrás de cada voluntad “hay un por qué”.

"El conocimiento no se agota nunca", dice Salvador Robles.
     “Todos formamos una gran Conciencia –dice Salvador Robles Miras–, estamos interconectados, de tal forma que, aunque seamos una ínfima parte del mundo, cualquier acto que llevamos a cabo es susceptible de tener efecto en un número ingente de personas, y no hablo sólo de actos destructivos sino constructivos.
     La profundidad de este escritor se evidencia en cada una de sus palabras y se constata en cada línea de sus libros, muchos de ellos galardonados con premios de prestigio. Cultiva diferentes géneros literarios y en cada uno de ellos vuelca su pedagogía personal ávida de énfasis por mostrar, por ilustrar cualquier tema. Su presencia nunca es estéril para los demás.
     “En la historia tenemos muchos casos de esa correspondencia de efectos –amplía el escritor–, por ejemplo el de Rosa Parks, mujer negra. Se limitó a sentarse en el asiento de un autobús y no ceder su plaza a un blanco. Eso fue suficiente para encender la mecha de una revolución pacífica que derogó las leyes raciales”.

'La luz del silencio', su favorito.
     En el intercambio literario, ¿quién se beneficia más el
      escritor o el lector?
     El escritor es el más beneficiado del proceso de escribir, el lector, también, pero menos. El escritor, cuando escribe, se adentra en sus entrañas y rescata una buena parte de lo que sabe y de lo que ha vivido. También aprende lo que no sabe y necesita saber.
     ¿Realmente, usted necesita enseñar lo que sabe?
     Cuando escribes siempre muestras lo que eres. Decía un filósofo del que no recuerdo su nombre que ninguno de los personajes de un escritor puede rebasar la inteligencia del propio autor. Sí puedes mostrar a un sujeto más estúpido de lo que tú eres, pero nunca más inteligente. Hablo de mostrar no de meramente indicarlo.
     ¿Qué sabe el escritor Salvador Robles?
     Sé lo mucho que ignoro, que es infinito, de ahí mi afán por aprender.
     Agotado su conocimiento, ¿la obra del escritor
     es ficción reflexiva?

     El conocimiento nunca se agota, pero, sí, el escritor debe reflexionar mucho, ahondar en sus entretelas para plasmar en el papel lo que sabe.


"De la literatura se beneficia más el escritor que el lector".
     Además de entretener y evadir, ¿cuál
     es la función de la ficción?

     Transmitir una visión del mundo al lector, fomentar la reflexión y enriquecer la empatía. Además, proporcionar vidas alternativas al lector y ejemplos en los que inspirarse, para lo bueno y lo malo.
     ¿Cómo se siente más cómodo, enseñando
      o entreteniendo?
     Escribiendo, aunque al escribir también enseñas y aprendes.
     Dicen que el primer libro que se escribe
     retrata fielmente al escritor que siempre
     será. ¿Cierto?
     Es posible. Creo que la escritura, como la vida, es un proceso de superación constante. El primer libro es el comienzo, en el que está el germen de lo que uno puede llegar a ser, y luego está el camino de superación que, en el más óptimo de los casos, te convierte en el mejor escritor que puedes llegar a ser.
     ¿El lector puede ser el arqueólogo del
      cerebro del escritor?

     Depende de qué tipo de literatura hablamos. He conocido a algún escritor, en la vida real un sujeto despreciable, que escribía libros sobre el bien común, la fraternidad, el sacrificio por el otro… El lector, en sus páginas, encontraría el cerebro postizo del escritor. Cuando uno escribe lo que le sale del alma, el lector se encuentra con el alma del escritor.


Una escritura fresca, amena.
     Para usted, ¿la literatura es también una esposa exigente
     y protectora de la que no puede divorciarse?
     Es una buena metáfora. Jamás me divorciaré por propia voluntad de la literatura. Para mí es una esposa que me convierte en mejor persona.

     Su obra es bastante ejemplarizante, ¿se considera
     un poco apóstol?
     Me considero un escritor cuyos personajes, al menos algunos, actúan bajo el influjo de unos principios éticos muy arraigados.
     ¿Qué le dicen los nombres de Raymond Moody, Dr. Gaona,
     Eben Alexander o Lino Sardos Albertini…?
     Me remiten a vida después de la vida. En su día, leí bastante sobre el tema porque mi padre, que es muy creyente, pasó por el fenómeno del túnel oscuro y la luz. Estos temas siempre me han interesado, aunque yo en la vida que creo es en esta, que radica en los ojos del otro.


Salvador Robles Miras (derecha), en un acto cultural.
     Creyente o no, ¿cómo se imagina a Dios,
     como un ser superior o una comunión de
     Conciencias sin añoranzas y en plenitud?
     Como una comunión de Conciencias. De existir, me lo imaginaría como la Bondad en esencia pura. De ahí que me cueste tanto imaginármelo.
     Como escritor le preocupa el dolor humano. ¿Sería beneficioso para la humanidad eliminar el dolor completamente?
     No. Eliminar el dolor sería eliminar la vida y el placer. Pero hay que diferenciar entre el dolor   con un sentido, el que informa, el que espolea para erradicarlo, y el dolor permanente e irreversible. El dolor que conduce inexorablemente a la muerte. No entiendo cómo, en los casos de enfermos terminales, permitimos que el paciente sufra una ordalía que sólo le conduce a sufrir por sufrir.


Novela negra con mensaje.
     Cuando usted se vaya, ¿qué libro le gustaría
     dejar aquí para sus lectores?
     El libro de los bellos recuerdos. Que me recuerden con cariño. Si me recuerdan así, de alguna manera habré triunfado sobre la muerte.
     ¿De sus libros, cual le ha dado más satisfacción?
     El que más satisfacción me está aportando es la novela ‘La luz del silencio’ (segunda edición reescrita y ampliada), la cual está inspirada en mi abuela materna y mi tío Salvador, quien permaneció 30 años postrado en una cama, sin poder mover ninguna extremidad (sólo los ojos). La que considero mi mejor obra es la novela ‘Contra el cielo’, un alegato contra la barbarie terrorista.
     ¿En su próxima reencarnación volverá a elegir el mismo camino?
     Sí. Estoy seguro de que caminaría más y mejor. Pondría en práctica todo lo aprendido.

(Las fotografías son de Fernando Gómez, Alemany y de otros autores).


Los microrrelatos, una
 debilidad del escritor.

Obra literaria
Ensayo:
--‘Tú puedes’. Ed. MAD, Sevilla. 1994
--‘Ser más’ Ed. MAD, Sevilla. 1995
--‘Tú puedes más’. Ed MAD. Sevilla, 1996
--‘Sólo tú eres tú’. Ed. MAD Sevilla, 1997
--‘El éxito del fracaso’. Ed. MAD, Sevilla, 1998
--‘Inteligencia vital’. Ed. MAD, Sevilla, 2000
--‘Éticos de atar’, Ed. MAD, Sevilla, 2000
--‘Lee, hijo’. Ed. MAD, Sevilla, 2002
--‘Sueño maestro’. Ed. MAD, Sevilla 2003
--‘El afán de superación’. Ed. MAD Sevilla 2004

Ficción (Narrativa):
--‘Los abuelos también van a la escuela’. Ed. Huerga y Fierro. 1997
--‘La escuela sin edad’. Ed. MAD, Sevilla. 2005
--‘Los ojos de la vida’. Ed. MAD, Sevilla 2006
--‘Mirar es encontrar’, Ed, MAD, Sevilla 2007
--‘Pequeñas palabras’. Ed. Paréntesis, Sevilla 2010
--‘La fiesta de las palabras’. Ed. Atticus, Valladolid 2014

Mucha reflexión en la palabra.
--‘El espectáculo más hermoso’ Ed. Comoartes, 2015 Madrid/México
--‘A la sombra de un tilo’. Ed. MAR, Madrid 2016

Ficción (Novela):
-- ‘Noche clara’. Ed. Los Libros del Comienzo. Madrid 1997
--‘La luz del silencio’ Ed. Los libros del Comienzo. Madrid 1998 (segunda edición 2017 editada por BN Mundopalabras)
--‘La vida en la distancia’. Ed. MAD. Sevilla 2001
--‘Contra el cielo’. Ed. Paréntesis. Sevilla 2011 (segunda edición 2016 editada por BN Mundopalabras)
--‘El último día, el primero’. Ed. Paréntesis. Sevilla 2012
--‘La exclusiva del asesino’. Ed. MAR. Madrid 2015
--‘Troya en las urnas’. Ed. MAR. Madrid 2016
--‘El delantero centro se niega a jugar’. Ed. MAR. Madrid 2017

   
     Salvador
   Robles Miras


     Nació en Águilas (Murcia) en 1956, aunque reside en Bilbao desde los diez años. Es periodista, pedagogo, y ha publicado hasta la fecha una veintena de libros. Entre ellos, tres novelas (‘Noche clara’, ‘La vida en la distancia’ y ‘La luz del silencio’), cinco volúmenes de microrrelatos (‘Los abuelos también van a la escuela’, ‘La escuela sin edad’, ‘Los ojos de la vida’, ‘Mirar es encontrar’ y ‘Pequeñas palabras’) y trece libros de ensayo, de psicopedagogía y literatura divulgativas. Ha colaborado en programas de Literatura y Pedagogía en la Radio Pública Vasca, la COPE y Punto Radio, así como en varias cadenas de TV.
     Ha conseguido varios galardones en diversos concursos internacionales de cuentos. En 2008 comenzó a participar en certámenes literarios, en los cuales ha obtenido varios galardones, como el Premio de Relato Francesc Candel de Barcelona, Certamen Internacional Valentín Palacio, Certamen Internacional de la Pluma del Guirre, Concurso de Microrrelatos de Colmenar Viejo, Concurso de Literatura Juvenil El Mangrullo (Argentina), Concurso de Microrrelatos de Río Gallegos 2010 (Argentina), Premio de Relato Rosalía de Castro, VI Concurso de Relato de El Rosario, Certamen de Relato del Parnaso (Perú), Concurso de Cuentos La Matera de Neuquén (La Patagonia) y otros.


Un cerebro amueblado bajo la iluminación de las luces y sombras de una existencia  vivida bajo la reflexión.