El Arrebato fue un torbellino en el Campos Elíseos

Un trovador de pop-rock andaluz.
::: MÚSICA

::: Emilio Soto
Los más leídos del lugar dicen que donde actúa El Arrebato se convocan energías insospechadas y que en batiente celeridad forman, no un ciclón, sino un torbellino de ganas de vivir. Parapetado tras un ritmo muy mestizo –entre rumba-pop aflamencada y pop-rock– atrae a un público muy diverso que, a través de sus siete discos en once años en activo, le ha sido fiel, cono lo demuestra su magno concierto del pasado 31 de enero en el escenario del Teatro Campos Elíseos de Bilbao, en el que, a las 20.00 horas, invitó a sus seguidores de Euskadi, que son muchos, a participar en su nuevo trabajo, ‘Campamento Labandón’, que puesto en marcha a finales de 2012 está cosechando enormes concentraciones de público en sus actuaciones.
     A sus 44 años –Francisco Javier Labandón Pérez (su verdadero nombre), nacido el 1 de septiembre de 1969 en Alcalá de Guadaira, Sevilla–, este compositor y cantante ha conseguido acariciar la madurez profesional de un juglar moderno, que apoya su cadencia poética en un ritmo pegadizo e inacabable.

Versos encadenados que hablan de levantarse y vivir.
     Mago de las rimas
     Para muchos, El Arrebato –apodo que le puso su abuela– es el mago de las rimas directas y los estribillos encadenados, capaz de sonar desenfadado y apasionado al mismo tiempo, de alimentar las ganas de vivir.
    Y en su actuación en Bilbao lo hizo con una nueva docena de inspiradas canciones reunidas en su último disco, titulado precisamente ‘Campamento Labandón’, que da nombre a su gira por los diferentes escenarios de España.
     Dentro de su vibrante torbellino, en el escenario del Teatro Campos presentó su séptimo trabajo discográfico, su disco más ‘versátil’, elaborado en cuatro estilos musicales… "y el más homogéneo en lo que respecta al sonido", confiesa el propio Arrebato.
     Campamento Labandón está grabado con los músicos que habitualmente le acompañan en todos sus directos, y suena más que nunca a banda, a guitarras eléctricas, bajo y batería como motores de este ‘campamento’ musical de sonidos itinerantes. Y llega con apellido propio, ya que, como se ha dicho, Labandón es el primer apellido de Francisco Javier, El Arrebato.

El Arrebato, siete discos en once años de carrera.
     En ese sentido, los críticos afirman que no hay artificio en esa simbiosis, ya que no hay diferencia entre el personaje y la persona. “Sus desacomplejadas letras son trocitos de su propia vida. Y lo que es más importante, podrían serlo también de la vida de cualquiera. La suya es la voz de la gente común, de esos sentimientos que todos alguna vez hemos compartido. Sin dobleces. Directo al corazón”, afirma uno de sus allegados y colaborador.

     El valor de las cosas
     ‘Me hace falta dinero’ abre el disco como una declaración de principios en tiempos de crisis y nos recuerda la diferencia entre el precio y el valor de las cosas. Poniendo al mal tiempo buena cara. Llenando de alegría la melancolía a golpe de inspiración. Y maestría. Porque, aunque su predilección por cantar a la vida cotidiana pueda hacer pensar lo contrario, este artista sevillano domina como pocos la arquitectura de la canción pop. 

Disco 'Campamento Labandón'.
     El disco está cantado, compuesto y producido por El Arrebato, con su técnica y con aparatos  analógicos y amplificadores de válvulas. Todo ello intenta dar un nuevo color al ya inconfundible estilo de este artista.
     Instalado siempre en algún lugar del sur, este ‘Campamento Labandón’ se atreve incluso con el blues (“Enamórate”) y el swing (“La calle de los marginados”) sin abandonar la rumba (“He decidido”, “Llamaré a tu puerta”, “Lo bueno”) y lo mejor de sus características señas de  identidad (“Bien sabe Dios”, “Amor infinito”, “Mi sitio”, “Échame una mano”).
     Y por primera vez ha escogido como punta de lanza una balada, casi un himno: “Aquí me tienes”. En el otro extremo del género, suavemente, “Ojos de melocotón” canta a la emoción de asistir a un nacimiento, mientras “Los jardines de Nerea”, dedicada a su hija pequeña, le eleva a  los altares del rock andaluz; la música que fue banda sonora de su casa cuando el niño era él.
     Su sonriente y vital madurez es la prueba viviente de que en la música no hay imposibles. Porque si El Arrebato nació con la estrella del éxito, Javier Labandón llevaba ya mucho camino recorrido. Era un chiquillo cuando formó, a finales de los años 80, el trío Piel Morena. Algunas de sus rumbas llegaron a sonar mucho durante la siguiente década, a finales de la cual se disolvieron. 

Pañuelo en la cabeza: su identidad.
     Nace El Arrebato
     Nunca dejó de escribir canciones, sin embargo, la vida parecía llevarle ya por otros derroteros cuando decidió volverlo a intentar con el sobrenombre con que le llamaba su abuela. Debutó como El Arrebato en el 2001 y el disco “Poquito a poco” haciendo honor a su título. Apenas dos años después, ya había un público esperando “Una noche con arte”.
     Cuando en el ecuador de la pasada década Televisión Española creó el programa concurso “El disco del año”, la votación popular dejó descolocado a más de uno. “Que salga el sol por donde quiera” se impuso sobre figuras infinitamente más mediáticas y publicitadas.
     Ya nadie podía ignorar a El Arrebato, que ha continuado cosechando oro y platino con cada nuevo trabajo: “Un cuartito pa mis cosas” (2006), “Mundología” (2008) y “Lo que el viento me dejó” (2010). Además de recopilaciones, colaboraciones y legendarias aventuras; como la de componer el Himno Oficial del Centenario del Sevilla Fútbol Club de sus amores y convertirlo en fenómeno incluso más allá de las gradas del Sánchez Pizjuán.

A sus 44 años lleva toda una vida 'cargando' con la música.
     El tesón de los éxitos
     A principios de septiembre de 1998, cuando Piel Morena se disolvió definitivamente tras varios cambios en la formación, El Arrebato mandó una maqueta a Dioni, un integrante de Camela, éste se la envió a su discográfica, EMI, la cual apostó por él y decidió grabar lo que sería el primer disco de El Arrebato: ‘Poquito a poco’, con el que logró un éxito muy superior al que había tenido con Piel Morena y mucho mayor del que él mismo esperaba.
     Tras ese primer éxito en 2001, continuó con ‘Una noche con arte’ (2003), ‘Que salga el sol por donde quiera’ (2004), ‘Un cuartito para mis cosas’ (2006), ‘Mundología’ (2008) y ‘Lo que el viento me dejó’ (2010), a los que hay que añadir un ‘Grandes éxitos’ publicado en 2006.
'Campamento Labandón' arrasó en el Teatro Campos de Bilbao.
     Son álbumes que han conseguido multiplatinos, elegidos por votación popular en TVE premio Disco del Año (Que salga el sol por donde quiera) en 2005 y que han situado a El Arrebato como uno de los grandes de la música española por su capacidad de conectar con el latido de la calle. En estos ocho años, El Arrebato ha lanzado canciones como Duele, Ojú lo que la quiero, Hoy me dio por ser honesto, Poquito a poco, Ve despacito, Háblame del sur, A mí na’ ma’, Búscate un hombre que te quiera, o Por un beso de tu boca.
     También habría que mencionar Un amor tan grande, Una noche con arte, No puedo más, Dame cariño, Hoy todo va a salirme bien, Mirando pa ti, No lo entiendo, Durmiendo en tu ombligo, Si la hubieras visto, Antonio y Victoria,... Son temas que se han incrustado en la memoria popular a los que ahora se une Aquí me tienes, el primer single de su nuevo álbum ‘Campamento Labandón’, que fue escuchado en el Teatro Campos Elíseos de Bilbao con mucho fervor.

El cantante El Arrebato es en el siglo XXI una curiosa simbiosis entre la música pop-rock y la rumba-pop aflamencada.