Arturo Trueba: “La Ría del Ocio ha cumplido 25 años”

Arturo Trueba, alma mater de 'La Ría'.
A TURISMO

¡ Esteban Sánchez
‘La Ría del Ocio’ es una revista pequeña – casi de bolsillo, 14x21 cm–, que en apenas cincuenta páginas contiene toda la información, direcciones y datos para que el turista foráneo no se pierda en Bilbao y elija bien lo que quiere ver y visitar en Bizkaia entera. También es una guía práctica para los propios vizcaínos que desean encontrar lo que buscan cuando ‘inocentemente’ pretenden tirar una cana al aire. Es la decana de las guías turísticas de Euskadi. Con motivo de sus 25 años, que cumple en 2012, entrevistamos a su fundador, Arturo Trueba.


–¿Cómo nació esta guía turística?
–Fue un 14 de abril de 1987 cuando se nos ocurrió a Iñaki Astigarraga, Merche Peña y  a mí, entre otras personas –como Gontzal Díez–, sacar esta publicación de información turística y guía de eventos, no pensada precisamente para los turistas de ocio de fuera –que entonces apenas venían a esta ciudad industrial–, sino en los propios bilbaínos, vizcaínos y vascos en general que desconocían los ‘rincones’ visitables de Bilbao. También contamos en aquel primer momento con  Alex de la Iglesia en la maquetación y dibujos de portada, y con Pedro Barea en el asesoramiento comercial y modo de hacerla rentable.
El editor ha sabido conjugar información y entretenimiento.

–¿No existía otra publicación similar de eventos y turismo?
–En el País Vasco no. En Madrid, Barcelona o Nueva York habían salido ya las típicas guías del ocio, pero nosotros optamos por el formato de la ‘Time Out’ de Londres, ya que nos pareció más completa, divertida e interesante. Al poco tiempo de nacer ‘La Ría del Ocio’, se incorporó como colaborador Javier Urquijo, el primer gran cronista de la sociedad de Bilbao y el inventor de las ‘negritas’ en este tipo de columnas sociales.
–¿En qué consistía ese invento?
–Bueno, es lo que ahora hace Txema Soria en ‘El Correo’ –que por cierto, también comenzó con nosotros–, o Jon Mujika en ‘Deia’ y consiste en poner en letra negrita los nombres propios de las personas que acuden a un determinado acontecimiento o evento social. De ese modo los nombres destacan del resto del texto de la información.
–¿La puso de moda Javier Urkijo?
–Sí, así fue. Entre él, Iñaki Astigarraga y yo inventamos una nueva sección para la revista que se llamaba ‘Diario de Lady Cotty’, con la que se inauguraba la crónica social en la ciudad, un género –con letras negritas– que poco después asumieron otras publicaciones. Es una crónica muy bilbaína, bastante respetuosa y bien aceptada por los lectores.



Trueba habla con Esteban Sánchez
–¿‘La Ría’ ha sido una cantera de periodistas?
–Ha sido, y sigue siendo, un medio-cantera, vivero de periodistas y gente vinculada al mundo de la comunicación. Anne Igartiburu, que también estuvo con nosotros, ha llegado lejos, no sólo por su valor profesional y disciplina, sino también por su calidad personal. Le agradezco profundamente los gestos que ha tenido, tanto conmigo como con ‘La Ría’, ya que siempre ha reconocido que, de alguna manera, su carrera empezó aquí. Y lo mismo puedo decir de Alex de la Iglesia, que fue maquetador de la revista y dibujante de lo que ha sido su símbolo a lo largo de esta travesía, ‘La Angula de la Ría’, nuestro galardón.
–¿Había en 1987 eventos suficientes en Bilbao para una guía?
–Fue un reto difícil, pero en aquel momento pensábamos que Bilbao, como la ciudad importante que era y es, merecía tener una guía de referencia para turistas y autóctonos. En cuanto a los acontecimientos, a veces no había suficientes, pero entonces insertábamos entrevistas y reportajes de cinco o seis páginas para compensar.
–‘Ría’ suena fonéticamente  a ‘Guía’, ¿con eso se evitaba el plagio?
–Bueno, sí, suena parecido, pero no fue por eso lo del nombre. Resultó difícil encontrar el título. En su día buscábamos un nombre que nos identificara con una guía, pero que al mismo tiempo denotara su pertenencia y vinculación a Bilbao. Le dimos mil vueltas hasta que ’La Ría del Ocio’ se convirtió en mancheta de la publicación.


   Como un a revista
"La Ría del Ocio tiene mucho futuro en papel y en Internet"
–¿Qué secciones tenía la revista al principio?
–Prácticamente, las mismas de ahora. Reportajes, entrevistas, artículos, informaciones gastronómicas, enológicas, de arte, deportes autóctonos, arquitectura, secciones musicales, de espectáculos, guías e itinerarios turísticos de todo tipo.
–Pero aquellas secciones tenían otro aire…
–En cierto modo. Era una guía como más revista, con más contenidos. Empezábamos con una larga entrevista de seis o siete páginas, por ejemplo, y los contenidos eran  bastante más críticos que ahora; en clave de humor, pero más críticos. También había más opinión, ahora no la consideramos tan necesaria. Actualmente hacemos más hincapié en la información –a base de pequeñas ‘píldoras’ sueltas– y los datos.
–Claro, han pasado 25 años desde entonces…
–Por supuesto. Hace un cuarto de siglo Bilbao era gris y resultaba imposible pensar que en la Ría hubiera vida. En el siglo XXI todos han reconocido la transformación de la ciudad, y ésta vuelve a mirar a su Ría tras mucho tiempo de haberle dado la espalda. A ‘La Ría del Ocio’ no nos ha quedado más remedio que adaptarnos a los cambios experimentados por la ciudad.
–¿Cómo?
–Ha habido momentos en los que los acontecimientos nos sobrepasaban, y otros en los que hemos sido vanguardia y avanzadilla. En cualquier caso, hemos conseguido evolucionar con la ciudad hasta el punto de que la ría de Bilbao se ha convertido en ‘La Ría del Ocio’.


El Athletic Club se llevó una 'angula'.
–¿De revista se ha pasado a guía?
–Sí, algo de eso ha sucedido. Ahora más que una revista es una guía turística, en la que se incluyen lugares para ver y más espectáculos para contemplar, tanto en la ciudad de Bilbao como en el territorio de Bizkaia. ‘La Ría del Ocio’ recomienda qué ver,  qué comer, qué vivir, dónde comprar… Es decir, es una guía casi imprescindible para el foráneo que visita Bilbao y el territorio de Bizkaia.
–Están llegando casi al número mil. ¿Cómo es ahora ‘La Ría’?
Lo que hemos hecho últimamente ha sido optimizar el espacio. Es decir, dar el máximo de información en el mínimo espacio. Son tiempos en los que hay que economizar y gastar lo justo e imprescindible. De ahí que utilicemos tanto las informaciones cortas, o ‘píldoras’. Y dentro de esta política, facilitamos al lector unos contenidos que le interesan en ese momento y que encuentra en ellos suficiente información como para que le compense llevarla en el bolsillo.
–¿Qué tirada tiene y dónde se puede encontrar?
Comenzamos con 10.000 ejemplares y ahora editamos 15.000. Cubrimos perfectamente el mercado de lo que es una guía turística. Su distribución se encuentra, principalmente, en los hoteles, restaurantes y grandes establecimientos de consumo. También se vende en algunos quioscos de prensa al precio simbólico de un euro. Los primeros números los vendíamos a 75 pesetas.
–¿Vive de la venta o de la publicidad?
–De la publicidad, por supuesto. Insertamos anuncios típicos de consumo turístico y también institucionales de organismos locales como marca y promotores de turismo.

Ganadores de las 'Angulas de la Ría' en 2012.

–¿No han contado con subvenciones oficiales?
–No, nunca. Hemos resistido con la publicidad…  y la venta, mucha o poca.
–¿Qué periodicidad tiene?
–Con la crisis, desde 2008 ha vuelto a ser quincenal, como cuando nació. Durante casi todos estos años la hemos sacado a la semana, pero en tiempos delicados la editamos dos veces al mes.
–¿’La Ría’ mantiene  algún lector adicto, enganchado?
Si, tenemos coleccionistas un tanto obsesivos. Algunos nos piden ahora, que vamos en el número casi 1.000, un ejemplar del 13 o del 47 que son, por ejemplo, los que les faltan para completar la colección. A veces nos vemos en aprietos para satisfacerlos.
–¿Por qué ese interés tan especial en una revista como ésta?
–Entre otras cosas, por sus portadas. Sobre todo al principio, eran artísticas, dibujadas por el cineasta Alex de la Iglesia y otros artistas del momento. Ahora procuramos que las primeras páginas sean de publicidad, pero de calidad, tanto los productos como las imágenes.
–¿No tendrá que ver ese interés con el ‘bilbainismo’?
–Bueno, también. ‘La Ría del Ocio’ tiene un vinculo de pertenencia a ‘lo bilbaíno’ ya que, a través de sus contenidos ha contribuido a la transformación de Bilbao. No arquitectónicamente, pero sí en costumbres, modas y selección de lugares de fiesta, de tomar unos vinos o unas tapas. Es como una amiga que te aconseja…




La clave es la información.
–¿Respeto y entendimiento…?
Sí, claro. Además, en ‘La Ría del Ocio’, que es un medio de medios, siempre hemos procurado llevarnos bien con los grupos políticos o con los demás medios de comunicación. Por eso, siempre ha habido un entendimiento. Y si se te respeta, se te presiona menos.
n esta larga trayectoria, ¿cual ha sido lo mejor?
–Lo mejor creo que ha sido, y voy a repetirme, la colaboración de ‘La Ría del Ocio’ en la transformación de Bilbao, de su ría, de las costumbres de sus gentes y, sobre todo, de las fiestas, de los alternes y de la ‘nueva’ valoración que ahora se hace de la gastronomía y eventos autóctonos de cara al turista. Y dentro de lo mejor, también mencionaré a esas generaciones de periodistas que, en su día comenzaron con nosotros, y ahora son figuras de los medios. Nos sentimos orgullosos por eso.
–¿Y lo peor?
–Lo complicado que es el mundo de los medios de comunicación. A la lucha diaria por la publicidad, por las informaciones, por las ventas… por la supervivencia, en una palabra, hay que añadirle el intento de conseguir unos sueldos dignos para los periodistas y colaboradores.

Datos y publicidad.
–¿Alguna anécdota curiosa?
–Podría contar miles y todas ellas relacionadas con los apuros a la hora de cerrar la  edición a tiempo. En nuestros comienzos, a veces teníamos que salir a la calle y buscar de noche a algún colaborador rezagado en las cafeterías, y sacarle del bolsillo los apuntes  de la información y correr a la redacción para cerrar a tiempo. Otras veces he encontrado a los empaquetadores de las revistas jugando al hinque en la tarima de la habitación donde trabajábamos. Y así, un montón.
–¿Esta revista sigue teniendo vida o ya ha cubierto su ciclo vital?
–Por supuesto que sigue teniendo futuro, no sólo en papel –donde se puede consultar una y mil veces–, sino también en soporte digital. Y no sólo en la web sino también en las redes sociales. Trabajamos desde hace muchos años en estos sistemas y no nos va mal. Creo que celebramos los 25 años llenos de vitalidad y arropados por muchos simpatizantes y seguidores.  
–¿Qué son los galardones ’Angulas de la Ría’?
–Los otorgamos de vez en cuando. Los primeros los dimos  cuando ‘La Ría del Ocio’ cumplió 20 años, y ahora


'Las Angulas de la Ría'.
 los hemos vuelto a entregar al cumplir los 25. El galardón, que está basado en un dibujo de Alex de la Iglesia
 una angula metálica descansa sobre una peana de madera azul–, premia y reconoce a personas e instituciones que hacen algo por Bilbao, que lo promocionan con sus trabajos u obras o que, simplemente, contribuyen a mantener y reforzar su imagen. Este ‘bilbainismo’ beneficia turísticamente a la ciudad.
–¿Quiénes recibieron las primeras ‘angulas’ en 2007?
–Pedro Olea, Anne Igartiburu, Unai Basurko, Jesús Mari Lazkano y Javier Urkijo, entre otros.
–¿Y en 2012?
El periódico 'Bilbao', el Palacio Euskalduna, el Athletic, la sala BBK, Radio Popular, el escritor Kirmen Uribe, la Coral de Bilbao, Turismo accesible del Gobierno vasco, la BOS,  el teatro Campos, Telebilbao, la triatleta Virginia Berasategui, Jon Múgica y Txema Soria.