¡Me encanta la Navidad!, confiesa Enrique Sancho

Enrique Sancho, director de
Open Comunicación y Open News.
::: OPINIÓN

::: Enrique Sancho
Coincidiendo con la Navidad y Año Nuevo son muchas las opiniones que se oyen sobre estas fiestas religiosas, al mismo tiempo que laicas. Casi todo lo que se escucha de ellas suele ser negativo, pero nos ha llegado la opinión del periodista Enrique Sancho que, a modo de contrapunto, justifica su lectura. Por eso la reproducimos aquí: “Vale, ya sé que la frase no se estila –dice Enrique Sancho-, que lo moderno es repudiar las celebraciones, huir de estos días de comidas copiosas, compras compulsivas, falsas felicidades... Ya sé que lo habitual es quejarse del derroche, de las comidas y cenas de empresa y familia, de todo lo que rodea estas fechas. Bueno, pues a mí ¡me encanta la Navidad!”.
     Me gustan las luces en las calles –continúa diciendo Enrique Sancho– y me quejo de que este año, otra vez, sean más flojas que nunca tal vez porque también al Ayuntamiento le afecta la subida de la luz, me gusta encontrar gente cargada de paquetes, me parece estupendo que todos nos deseemos felicidad y lo mejor para el año nuevo, incluso entre los que apenas nos conocemos.

Las compras navideñas de antes se hacían en familia y con
un espíritu más entrañable y entregado .
     Navidades de antes
     Es verdad que me gustan más las navidades de antes, cuando la gente enviaba ‘crismas’ de Ferrándiz en lugar de mandar ‘wassap’, cuando se hacían las compras en las calles llenas de gente en lugar de comprarlas a Groupon por Internet y cuando esa misma gente con la que te cruzabas sonreía en lugar de andar cabizbajos mientras teclean el iphone... Pero, en fin, nada hay perfecto.
     Naturalmente, me gustan los belenes. El mío tiene figuras grandes y poco espacio, por lo que prescindí del buey y la mula mucho antes de que el ex-papa Benedicto dijese que no existieron, pero, eso sí, montones de cacharros y adornitos traídos de todo el mundo, con lo que ahora parece una ‘quedada’ de tres pastores con una muestra de cestos, cajas de fruta, cántaros, jarras y pequeñas jaulas que recuerdan más un Carrefour que un pesebre en Belén.

Las navidades de hoy se han convertido en un motivo más de viajes y turismo.
     Pero como soy moderno, también tengo árbol de Navidad, con luces que parpadean, bolas, guirnaldas y una estrella grande en la copa.
     Tengo que reconocer que me emociono con algunos villancicos y que cada vez que escucho ‘Noche de Paz’, que fue creada por el cura Joseph Mohr en 1818 en cualquiera de los 350 idiomas a que ha sido traducida, se me saltan las lágrimas. Por cierto que este villancico fue interpretado a la vez en inglés y alemán por los combatientes de ambos frentes en la Tregua de Navidad de 1914 durante la Primera Guerra Mundial; no está mal recordarlo ahora que se van a cumplir 100 años de aquella locura. ¡Ojalá lo hubieran repetido muchas veces más! Pues eso, disfruto de la Navidad y me gustaría que el lector también lo hiciera. Y si no es así, pues no nos vamos a enfadar. Él ya sabes, son días de paz y amor, como en los buenos tiempos.
          Enrique Sancho
          Director de Open Comunicación y Open News.
Tel. 670 09 82 85 open@opencomunicacion.com
"Quiero recordar los belenes de antes, con numerosas figuras fruto de diferentes procedencias y lugares".