‘Hermanas', una herencia pobre de Antón Chéjov

Las 'hermanas' María Pujalte, Marina
San José y Amparo Larrañaga.
::: TEATRO

::: Elvira Soler
La realizadora y directora Carol López –premio Max a la mejor autora– ofrece al espectador la obra teatral ‘Hermanas’, que no deja de ser una revisión muy personal del clásico de Chéjov, en la que analiza la realidad de la pérdida de alguien cercano y cómo sobreponerse a ella. Tres hermanas, una madre, un nieto y el novio de una de las mujeres se enfrentan en la intimidad del hogar, se acusan, se disculpan y se defienden del exterior. En su reciente versión y gira por España –en Bilbao estuvo en el Palacio Euskalduna– es interpretada por Amparo Larrañaga, María Pujalte, Marina San José, Amparo Fernández, Chisco Amado y Adrián Lamana.

     En esta libre y pobre versión de 'Las tres hermanas', del dramaturgo ruso Antón Chéjov, las actrices principales –Larrañaga, Pujalte y San José– quedan un tanto eclipsadas por la madre, la catalana Amparo Fernández, cuya presencia en el escenario tapa a cualquiera de sus hijas. Suelen decir que en el país de los ciegos, el tuerto es el rey. Pues eso.

Tras la muerte del padre, las cosas se precipitan en la familia.
    En la representación de ‘Hermanas’ en Bilbao –Palacio Euskalduna– a las actrices ‘jóvenes’ les faltó creatividad interpretativa y voz teatral, ya que en las últimas filas ni se les oía, sobre todo cuando la música sonaba de medio tono hacia arriba, situación que se repetía con frecuencia. Amparo Larrañaga tiene voz bronca, rota estropeada e, igual que sus compañeras, no vocaliza bien, al menos a la altura que requiere el teatro: todas las sílabas claras y plurales incluidas.
   Pujalte, por su parte, arrastra ese ‘medio frenillo’ habitual que le impide también la vocalización correcta en determinadas salas de teatro, y Marina San José no termina de educar su vocecilla ‘adolescente’ y un tanto estridente en las subidas (gritos). Sus respectivas actuaciones fueron muy acomodadas a sus propias personalidades, es decir, se representaron a sí mismas. Por eso, el espectador no vio a los personajes, simplemente contempló a las actrices. Lamentable.

Diálogo entre las hermanas 'responsables'.
     Por su parte, Chisco Amado puso el contrapunto como novio de la hija segunda. Ofreció treguas de teatro, de buen hacer, se agradeció su presencia, muy por encima del otro actor masculino, el ‘adolescente’ Adrián Lamana, papel perfectamente prescindible.
     Entre toda esa actividad ‘meritoria’, se salvó con nota la veterana actriz catalana Amparo Fernández que, sin ser su papel cómico, como viuda reciente, fue la única que levantó alguna   carcajada, aunque desconocemos que esto fuera del agrado de la directora, al tratar de un drama…
     En cuanto al texto, creo que asistimos al desarrollo de un argumento teatral muy débil, muy flojo, muy cogido por los pelos y escasamente hilvanado por la directora Carol López, a pesar de ese premio Max de teatro. Se echan de menos referencias más claras del padre muerto y, sobre todo, de las vidas de las hijas, porque las que se ofrecen son insuficientes para justificar sus comportamientos, que se antojan poco creíbles.

     Versión renovada
    
Tras su estreno hace cinco años en Barcelona, ‘Hermanas’ comenzó a realizar una amplia gira por toda España en castellano y bajo la dirección de Carol López y con un elenco totalmente renovado respecto a la versión original en catalán, en el que sólo se mantiene la actriz Amparo Fernández, quien interpreta a la madre.
     "Carol nos hizo improvisar un montón para reinventar los personajes", ha explicado Larrañaga. La actriz ha asegurado que el carácter de las hermanas en esta nueva versión cambia "radicalmente", aunque se mantiene el espíritu de la obra original. Larrañaga ha confesado que ‘Hermanas’, donde la comedia y el drama se entremezclan continuamente, supone un trabajo actoral "muy difícil y "de gran concentración".

Amparo Larrañaga es la hermana mayor.
      "Es un viaje emocional que te va llevando poco a poco", ha desvelado la actriz, que interpreta a Inés, la mayor de las hermanas. Pujalte interpreta a Irene, la hermana mediana, una mujer que "pasa un poco más inadvertida" y que aportará algo de cordura a la familia. Marina San José –hija de Víctor Manuel y Ana Belén y una de las protagonistas de la serie ‘Amar en tiempos revueltos, de TVE–, en el papel de Ivonne, la hermana menor y más alocada, tratará de encontrarse a sí misma probando diferentes cosas en la vida.
     Amparo Larrañaga ha señalado que la obra es fruto de una creación colectiva, es decir, que surgió de la improvisación del elenco de actrices originales. "A nosotras nos llegó ya el texto de la versión catalana, que se creó a partir de la improvisación de las propias actrices", se vio en la necesidad de explicar.
     Pujalte ha subrayado que en ‘Hermanas’, Carol López quiere hablar de la muerte a través de la vida, pero no tratado como un tragedia, sino como un recuerdo que estará presente durante los dos actos. "En esta obra ni los personajes saben que están haciendo comedia", ha añadido Larrañaga.

María Pujalte y Amparo Larrañaga, en armonía.

     Desde dentro
     En conclusión, ‘Hermanas’ nos pareció una obra de teatro perfectamente prescindible allí donde recale. Pero desde dentro –desde la propia compañía–, las cosas se ven desde otro punto de vista. Por eso, es bueno hacer la vista gorda y decir, como dicen otros, que de la pérdida de un ser querido hay que sacar fuerzas de flaqueza para que, partiendo del “sufrimiento y de la tristeza que ello conlleva, y de las distintas alternativas que existen para tratar de recuperar la esperanza”.
    Todo ello en un escenario tan reducido como una simple cocina, y en el contexto del choque entre las distintas personalidades de cada una de las tres hermanas protagonistas. Todo ello trató de explicarlo en su día la directora Carol López.
     “Lo que pretendo con 'Hermanas' es, por encima de todo, que los espectadores hagan un viaje en esta función a una ficción muy real”, explica la directora y creadora de la obra. “Estoy segura de que el público se identificará con esos personajes, con esa familia totalmente disfuncional. Aunque no sea tu madre, aunque no sean tus hermanas, son situaciones que todos hemos vivido y en las que es fácil verse reflejado”, dijo. 
La directora Carol López, con el 'Max'.

     Hasta el momento, 'Hermanas' parece estar cumpliendo con ese objetivo. En las ciudades de la geografía española en la que se ha presentado la obra ha cosechado elogios y críticas positivas, y ha obtenido un premio Max y dos premios de la Crítica de Barcelona.
     Con todo, López reconoce que una parte del público “sufrirá” con esta obra. “Lo siento, pero la vida es así. Tiene cosas muy bonitas y otras muy chungas”. No obstante, insiste en que su creación transmite un mensaje de fondo muy positivo: que, a pesar de todo, hay que seguir hacia adelante. Que siempre es posible empezar de cero, juntos y adelante.
     A partir de ese punto se niega a dar más detalles acerca de las implicaciones de 'Hermanas'. “Más no puedo desvelar. La gente de cada ciudad donde se representa la obra tendrá que ir a verla para descubrirlo”. Sin embargo, los méritos de esta directora barcelonesa van más allá de la composición y dirección del montaje.
Rueda de prensa en Madrid para presentar la nueva versi´pn de 'Hermanas'. En el centro, Carol López.