Soria ofrece un destino turístico abierto todo el año

Soria consolida su destino turístico.
::: GASTRONOMÍA / TURISMO

::: Esteban Sánchez
La Diputación de Soria cerró a finales de abril en  Sevilla la promoción turística y gastronómica de su provincia, actuación que fue realizada en ocho ciudades españolas en los últimos dos meses, en los que ha recorrido las ciudades de Pamplona, Bilbao, Valencia, Madrid, Zaragoza, Barcelona, Valladolid y la capital andaluza. Algunos de estos puntos son los de mayor procedencia de los turistas que visitan Soria a lo largo del año.
     Una acción promocional que el presidente de la Diputación de Soria, Antonio Pardo,  considera “muy necesaria”, al entender que es prioritario sacar el producto turístico y gastronómico fuera de la provincia para darlo a conocer y atraer a potenciales turistas que se sientan atraídos por una completa oferta que engloba cultura, medioambiente y gastronomía.

El presidente Antonio Pardo y los cocineros de la saga Lucas.
     En ese sentido, uno de los objetivos de la Diputación de Soria es luchar por desestacionalizar la oferta turística de un destino que ofrece múltiples atractivos a lo largo de todo el año, entre los que destacan los recursos naturales y micológicos, notablemente apreciados durante el otoño y el  invierno soriano.
   En definitiva, en su aspecto de oferta, Soria dispone de armas suficientes para hacerse un hueco en el turismo de interior e impulsarlo, desde sus espacios naturales, de gran valor, hasta la Ruta de los Dinosaurios, las historias de su capital o las festividades que se celebran a lo largo del año en toda la provincia.

     Presentación en Bilbao
     Por citar una de esas muestras gastronómicas promocionales de Soria en el resto de España, podemos hablar de su cita en Bilbao, el 25 de abril de 2015 en el Hotel Silken Gran Domine, en el que se ofreció un menú preparado por el Restaurante La Lobita, de Navaleno (Soria), cuyo inicio fue ‘Tartare de salmón rojo’, a base de manzana, fresón y fruta negra de Soria, acompañado con el vino Valdebonita, cosecha 2013.

La delegación soriana expuso los valore turísticos.
     A ese plato le siguió un ‘Huevo, careta y patatas fritas’, preparado “a nuestra manera”, según explicó Elena Lucas, la chef de La Lobita. A continuación fue el turno para los ‘Garbanzos con boletus’, sazonados con espuma de choricillo soriano y piña verde del pinar. Todo ello acompañado con el vino ‘Rudeles 23’ cosecha 2012.
     Le siguió la ‘Pasta a la carbonara soriana’, antes de dar paso al mestizaje de sabores de monte, mar y huerta con la ‘Cococha de bacalao’ a base de cardo rojo de Ágreda, con crema de almendra y trufa negra, un excelente manjar regado con un vino de perfecto maridaje: ‘La Nación’, cosecha de 2008.
Elena Lucas y Diego Muñoz mostraron 'la humildad de quien sabe'.

     El remate glorioso de un menú elaborado con productos de una tierra adentro y blanco de las inclemencias y bonanzas de un tiempo continental, muy severo en las diferentes estaciones, no podía ser otro plato que ‘El jabalí en el pinar’, una carne amansada con horas de maceración al oreo y en los fogones. Un sabor inolvidable acompasado con el vino ‘El Cuberillo, cosecha 2007. Una excelente maestría culinaria enmarcada por los postres sorianos, ‘Un paisaje dulce’, mucho más que una caricia.


     Alimentos de la tierra
     Evidentemente, la diversidad gastronómica de los manteles sorianos se pudo comprobar con este menú elaborado por Elena Lucas, chef del restaurante ‘La Lobita’, primer Estrella Michelin de la provincia soriana.
     Fue una comida maridada por Diego Muñoz, sumiller del mismo restaurante. La propuesta servida en Bilbao permitió a los asistentes deleitarse con unos platos que tenían importante vinculación con la micología, uno de los recursos alimenticios que más cerca encuentra ‘La Lobita’, al ubicarse en una zona productora tan importante como es Navaleno.

Huevo, careta, garbanzos... buen rescate.
     Soria, una provincia de 10.300 km² y 98.000 habitantes –43.000 en su capital–, pertenece a la comunidad autónoma de Castilla y León, y tiene más de 500 núcleos de población, agrupados en 183 municipios, que “ofrece en cada uno de ellos un motivo para desplazarse a esta provincia desde cualquier punto de España… y del extranjero” afirmaron los responsables políticos que, durante unas semanas, han promocionado el turismo de esta región, rica sobre todo en naturaleza y gastronomía, tanto en productos de temporada como de ganadería y vinos de la D.O. Ribera del Duero.
     Esta es con diferencia la provincia española menos poblada, con una densidad de 9,2 habitantes/km²: una de las menores de la Unión Europea. Eso le otorga, de acuerdo con los expertos en demografía, un valor añadido a la hora de recibir a los turistas, ya que la “acogida es más cálida e individualizada”, dicen.

Cocina tradicional soriana en el siglo XXI.
     800.000 visitantes al año
     De acuerdo con las cifras que utilizan en el departamento de Desarrollo Económico y Turismo de la Diputación Provincial, Soria recibe al año a 800.000 visitantes, aproximadamente, de los cuales pernoctan 700.000 y otros 100.000 forasteros se van en el mismo día. Los turistas españoles son el 96% y el 4% restante proceden en su mayoría de Europa que buscan paisaje, románico y gastronomía.
     La Autonomía que más turistas aporta a Soria es la de Madrid, seguida de Cataluña, la propia Castilla y León, Euskadi y Valencia. De acuerdo con los últimos datos aportados por Antonio Pardo, “la provincia de Soria es la única de Castilla y León que aumenta el número de pernoctaciones de enero a agosto con más de 461.000 en sus establecimientos hosteleros”.
     En ese sentido, actualmente, la provincia de Soria oferta 12.453 plazas entre hoteles, casas rurales y campings –se han incrementado en más de 250 respecto a 2011–. A pesar de todo, Soria es una de las provincias más desconocidas de la geografía española. 

'Monte, mar y huerta', sabio mestizaje.
     Como se ha dicho, su oferta turística gira en torno a tres pilares básicos: su riqueza paisajística y medio-ambiental, su cultura gastronómica y micológica, y su patrimonio histórico-artístico asentado en el arte románico y el mundo celtíbero. Todo ello complementado por una amplia red de alojamientos y restaurantes donde se ha cuidado la calidad y el servicio al cliente hasta el último detalle.

     Sierras y llanuras
     La provincia de Soria alberga una naturaleza diversa que se funde armónicamente con su rico patrimonio cultural. No en vano, su conservación y la relación que se establece con la sociedad hunden sus raíces en la historia de este territorio. Desde las altas sierras ibéricas a las llanuras fluviales se encuentran ecosistemas diferentes, paisajes contrastados e importantes recursos forestales capaces de definir, como en el caso de los micológicos, una parte fundamental de sus señas de identidad.
'El jabalí en el pinar', un homenaje con sabor.

     Aproximadamente 700 especies de hongos, muchos de ellos comestibles, fructifican cada año en los pinares, robledales, encinares, sabinares, hayedos, praderas, pastizales y riberas del territorio. Su presencia confiere a Soria un atractivo singular que se manifiesta en la recolección, en el disfrute del medio natural, así como en la degustación de unos productos gastronómicos de alta calidad, a través tanto de la amplia oferta de menús que ofrecen sus restaurantes, como de los acontecimientos festivos que se celebran a lo largo de estos meses en los principales pueblos ‘seteros’ de la provincia.

Las dos generaciones de cocineros sorianos de 'La Lobita' se reunieron con periodistas vascos de Turismo.